Oficina: Natural Arquitectos
Arquitectos: Arq. Ramiro Guerrero Jiménez
Colaboradores: Arq. Ara Mireles, Bibiana Jiménez, Bárbara Lomelí, Carol Gallegos.
Área: 580 m²
Año: 2019
Ubicación : Bosques de San Pedro, Santiago, Nuevo León, México.
¿Parecía que mis recuerdos estaban simplemente condenados a perderse en el tiempo, y es que yo, tan diminuto, como podría con tanta vida?, ¿cómo podría con tantos pensamientos, con tantos sentimientos?, parecía a veces que la opción más cuerda era dejarlos ir, simplemente seguir adelante, seguir caminando hasta en algún momento apagarme, y que conmigo se apagara cualquier vestigio de mi historia (¿a todos nos pasa no?). pero no me daba la gana olvidar.
A dónde pues, ¿irían todos mis recuerdos?, los cotidianos, los prohibidos, los nostálgicos, ¿los amorosos? … ¿Dónde los pondría?
Encontré un lugar, o, mejor dicho, un tiempo… “el futuro”, pues puse todos mis recuerdos resguardados entre mis sueños, y todo empezó a renacer, todo empezó a tomar sentido. El único problema era que los sueños cumplidos, se volvían recuerdos también, por lo que había que elegir sueños que duraran al menos, toda la vida.
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Había un sueño en específico, uno que tenía desde los siete años, y ese era, el de yo construir mi casa con mis propias manos, proyecto que hoy lleva el nombre de “Casa Estudio Guerrero”.
No puedo decir más que este proyecto fue el recipiente de mis recuerdos más profundos, íntimos y apasionantes.
Pensé en crear algunos espacios no solo como contenedores de recuerdos, sino como homenaje a los mismos. Surgió entonces un espejo de agua, que contenía aquella mirada calmada y vidriada de mi abuela, esa con la que me despedía, esa donde se reflejaban mis mañanas, mis nubes y mis cielos.
También nacieron muros, con la fuerza y calidez de cada abrazo de mis padres y mi hermano. Pero tal vez lo que más emoción me causa, es ver como brillan los colores de mi locura, pues aquí tienen sentido. Y poco a poco he venido poniendo mis recuerdos en cada uno de sus rincones. En esta casa mi pasado se refugia y toma fuerza, nutre mis sueños, y le da a todo significado, me inspira y pone mi mente en un estado de irrealidad; pero también ocurre que mientras más camino, más recuerdos surgen, solo que ahora no son solo míos, ahora hay más personas a mi lado que con sus propios sueños, le han dado muchos matices a esta casa, y es que la arquitectura no es arquitectura si no se vive, si no interactúa con el ser humano.
Hoy comparto este proyecto con muchas personas, a las que agradezco, respeto y admiro, y que me ayudan a continuar con un sueño que por mucho es más grande que yo, pero que sé que, por ellos, aun cuando yo no esté, el sueño seguirá adelante, para resguardo de mis recuerdos, y ahora también de los recuerdos de quienes me acompañan.
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Proyecto embebido en las montañas, vista panorámica a la Sierra Madre Oriental, rodeado de abundante vegetación.
Se tomó ventaja de los recursos naturales, el espejo de agua fue diseñado para recolectar la lluvia, así como la ducha de la habitación principal; este espejo de agua tiene plantas que filtran el agua y cuando se desborda cae por una tubería que desemboca en unos arcos que riegan por gravedad los jardines de la planta del sótano. La parte superior del cubo de escaleras cuenta con orificios (específicamente diseñados) para la ventilación de toda la casa, de manera que, al abrir cualquier puerta interior, así como la ventana de ese espacio se genera un efecto sifón, que lleva el aire caliente hacia arriba y ventila naturalmente la casa.
Planimetría del proyecto.
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