Los renders cada vez se convierten en una herramienta de presentación arquitectónica más frecuente y solicitada a la hora de presentar un proyecto al cliente o usuario final, por eso muchos arquitectos deciden invertir en la calidad fotorrealista de un render. Ahora bien, si eres el que lo va a hacer o el que va a pagar por el, te decimos algunos consejos que debes tomar en cuenta a la hora de cobrar como de pagar.
Primero que nada, lo que debes tomar en consideración es:
- Tu pago mensual de Luz.
- Tu pago mensual de internet.
- Licencias y cursos de los programados que ocupas (Tú capacitación).
- Impuestos que se te van a deducir de la factura de tus honorarios.
- Desgaste de tu equipo de cómputo.
Esto como punto de partida para poder tener lo que se va a deducir de tú cheque de cobro, por ende, a esto debes sumarle tu utilidad, es decir tu ganancia neta después de todo esto. Sin embargo, no quiere decir que con un solo render tengas que cobrar tu factura mensual de luz o internet, más bien un porcentaje de esta, de la cual usualmente se considera de un 5 a 10 % dependiendo también de tu carga laborar; el cual es otro punto muy importante, debes tener en cuenta la ley de oferta contra demanda y es ahí donde a muchos Renderista y profesionales en general no les gusta este tema, sin embargo, no tomarlo en cuenta significaría ignorar la realidad. Así que tienes que tomar mucho en cuenta los precios de tu competencia, así como tu propia experiencia y a su vez la cantidad o demanda de clientes que tienes en “lista de espera”.
Tú utilidad la puedes calcular de un 15 a un 30% del total del costo indirecto. Ejemplo:
Si de los gastos indirectos es un total de 1,000 un 30% de utilidad serían $300 de ganancia neta y el precio sería $1,300.
Cobrar por horas de trabajo.
Ahora bien, también puedes cobrar un precio estándar por horas de trabajo, para esto debes tomar en cuenta el tiempo que te demorará hacer el render, la calidad, la post producción del mismo. Así como ya lo hemos mencionado antes tener en cuenta tú experiencia, cantidad de demanda que tienes, etc.
Para poder calcular de manera eficaz el precio por hora tienes que tomar como referencia, cuánto te gustaría ganar al mes y después dividirlo entre los días laborales de cada mes (esto varía de acuerdo con la cantidad de días que trabajas) tomando como referencia 24 días laborales, y luego eso dividirlo entre 8 horas que sería una jornada laboral.
Ejemplo:
Si al mes te gustaría ganar $15,000 MXN entre 24 días laborales = $625.00 el día, y después 625/8 horas igual a 78.12 que por efectos prácticos se puede redondear a 80 la hora.
Duplicar nuestra medida mínima.
Todos tenemos un precio que es nuestro mínimo posible, un precio por el cual menos de eso ya no sería rentable o bien no valdría la pena mover un dedo, una práctica útil, en especial si estas iniciando y no sabes cuantas horas puedes tardar haciendo un render, puedes duplicar (o multiplicar por cualquier múltiplo que tu consideres).
Ejemplo:
Si lo mínimo que estas dispuesto a recibir son $200 Puedes multiplicarlo por 2 y tendrías un resultado de $400 como precio final.
La realidad es que, si tienes los pies en la tierra y estas seguro tanto de tu calidad como de tu profesionalismo, no tienes que preocuparte tanto por los precios que le pongas a tus trabajos, más bien son tus estrategias para vender es lo que te harán realmente tener un flujo más continuo de ingresos. En ningún caso debes invertir más de 30 minutos pensando en tus precios. Tienes que escoger uno y pasar a testar el mercado. Por otra parte: el 99% de las veces, el problema no está en tus precios, si no en tus estrategias de venta y tu trato con los clientes, tampoco creas la mentira de que bajando tus precios tendrás más clientes, porque puede funcionar al principio, pero ¿qué crees que va a pasar cuando decidas aumentar la tarifa? O cuándo tu cliente encuentre alguno mas barato que tú. Al final siempre será una tarifa justa por lo que sabes, por tú calidad y sobre todo de tu capacidad para vender tu producto.
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Una respuesta
Me gusta la arquitecta contemporánea japonés y mexicana